Blogia
CORNERS

EL GRAN GATSBY

EL GRAN GATSBY.

Autor.: Francis Scott Fitzgerald.

Traductor: E. Piñas.

Editorial: DeBolsillo.

Image Hosted by ImageShack.us

Las ediciones de bolsillo nos deparan bellas sorpresas, y lo mejor es conseguir bonitas obras maestras, clásicos de las literatura cercana o lejana a un precio muy bueno. Lo que ocurre con El Gran Gatsby obra de principios del siglo XX es que parece sellada con su eterno título de clásico de la literatura. No pocos jocosos y no sin cierto halo de ironía afirman que los clásicos literarios son aquellos que nadie se atreve a leer.

 

Pues con El Gran Gatsby podemos contradecir a todos aquellos que piensen que un clásico es por obligación aburrido y se aleja completamente de los disfrutes que necesitamos y nos proporcionamos con la orgásmica o anestésica (dependiendo del tipo de lector claro) novela popular.

 

Está absolutamente todo en está novela. Y cómo. La verdad es que la huella de Fitzgerald es la mejor de todas en la literatura norteamericana: no se ve pero está indefectiblemente siempre. La Nueva York de Fitzgerald ciudad llena de pisos y fiestas parece ser la misma de Cheever en sus cuentos, parece ser la que revisita continuamente en sus clubs de jazz con nostalgia y pensando en Jay Gatsby, el mismo Holden Caulfield.

 

Francis Scott Fitzgerald está más cerca de su nuevo rico Gatsby que de Nick Carrington (el narrador) conviene recordar. En su historia flotan demasiados elementos así que trataremos de ser sintéticos: amores imposibles y asesinatos de la peor calaña. O sea, la peor calaña es la que gastamos los humanos.  Cuando hablamos a las espaldas de alguien, cuchicheamos, y nos regodeamos en su ausencia. Cuando muchas veces nuestra envidia y mediocridad nos delata lo único que nos queda es hablar por hablar.

 

El autor vivió (y no es difícil comprobarlo) todo este viaje sin vuelta atrás que supone el Sueño Americano. Y los lectores a través de los ojos de Mr. Carrington suspiraremos al cerrar la última página aquello de:

“Y así vamos adelante, botes que reman contra la corriente, incesantemente arrastrados hacia el pasado”

 

Y parece que al lado tengamos un jardín contiguo, ahora abandonado, con las aguas de la piscina llena de hojas otoñales, y la orquestra dispuesta a tocar la Moonlight Serenade.

1 comentario

kahlo -

Te he hecho caso, está tarde he ido a comprarme el libro :)