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Críticas de Cine

LAS COLINAS TIENEN OJOS

LAS COLINAS TIENEN OJOS.

(The Hills Have Eyes, 2006)

D.: Alexandre Aja.

G.: Alexandre Aja y Gregory Levasseur según el film de Wes Craven.

I.: Aaron Stanford, Ted Levine, Kathleen Quinlan, Emile de Ravin, Vinessa Shaw, Dan Byrd, Billy Drago.

105 minutos. Color.

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La nueva hornada de cine de terror mira hacia atrás con cariño y ansia para reinventarse a sí mismo. Ni siquiera estas ganas de versionar a los clásicos son nuevas. En los años ochenta ya ocurría lo propio con las transgresoras reinvenciones de los clásicos de los cincuenta llevadas a cabo por Paul Schrader y John Carpenter.

Ahora en pleno siglo XXI son los años setenta, una de las décadas más brillantes para el género,  los fichados por los productores y creadores. Lo que ocurre es que desafortunadamente la idea no siempre sale bien y hay que soportar muchas veces reediciones incluso más “edulcoradas” (como La Profecía) y otras más bien lamentables (La Niebla). Sin embargo hay dos remakes que se han tomado el lujo de explorar las sendas de sus originales y llevarlas más allá, sin defraudar por ello el espíritu y teniendo en cuenta el respeto al mito del material de partida. Hablo de Amanecer de los Muertos  y La Matanza de Texas dos de las mejores nuevas películas de horror.

Alexandre Aja parece con este remake querer asumir y resumir la década de los setenta pero no es Rob Zombie y el público lo sabe. No vamos a ver ningún tour de force, sino un divertimento digno y olvidable. Por eso toda la película parece ser una continuadora (no tan efectiva y no tan sutil como esperaríamos) del espíritu de los dos grandes remakes mencionados ahí arriba: un poquito más de gore para ser una película del mainstream y muchas dosis de sátira política a costa de una América en la que la palabra monstruos y humanos parece circunstancial.

Con nueva imaginería (esos maniquíes y toda la sabia utilización del ambiente añejo fifties del pueblo fantasma como elemento de inquietud) y conservando los momentos más brutales de la original como la violación en la caravana, justo el momento dónde la acción toma otro rumbo, la cinta de Aja se ve con disfrute y agrado, y con una ausencia total de pretensiones que hace que tanto producto como consumidores sepan con un placer que al día siguiente la olvidarán.  

La Profecía

La Profecía.

(The Omen, 2006)

D.: John Moore.

G.: David Seltzer.

I.: Liev Schreiber, Julia Stiles, Seamus Davey-Fitzpatrick, Mia Farrow, David Thewlis, Michael Gambon.

110 minutos. Color.

Image Hosted by ImageShack.us Remake del clásico satánico por excelencia, al lado de la posesión orquestrada por William Friedkin en su época de esplendor, con una  trascendencia paralela a la de su campaña de markéting, con lo consiguiente de decisiones de este tipo: gracioso pero limitadísimo. El arte de revisionar nuevas historias tiene la mala costumbre en estos últimos años de optar por la variante clónica lo que resta a la historia cualquier atisbo de explorar otras líneas que no se hicieron en el original y opta por transitar por caminos más obvios que tienen como fin el reeditar para la generación PSP sabiendo que ésta desconoce por completo o casi los referentes. Resulta pues curioso ver como la broma conceptual de Gus Van Sant llamada Psycho ha terminado siendo mal asimilada por Hollywood que se empeña en precocinar pero no debemos dejar de escapar otros remakes del fantástico de lo más estimulante como La matanza de Texas o El amanecer de los muertos.

La campaña publicitaria citada estriba en estrenar el film el 06/06/06 y es una idea magnífica. Lo que ocurre es lo que prácticamente todos sabíamos: John Moore no es Richard Donner. Y el guión es el mismo de Seltzer pero incluso peor. El firmante original es un tal Dan McDermott reemplazado por cuestiones legales por el mismo Seltzer, y las únicas variaciones estriban en el esquema de las muertes creativas algo cambiado, unas dosis menores de gore, y unas referencias rídiculas (por facilonas) al 11S y al Katrina. Los actores están correctos y el infante en cuestión logra causar una bienvenida inquietud al espectador, pero... las comparaciones se mantienen y odiosas, y me temo que este inofensivo intento de copia resulta al menos entretenido. Se agradece al menos que hayan mantenido el Ave Satani, pieza fundamental de las bandas sonoras del fantástico compuesta por Jerry Goldsmith, y tras ese son apocalíptico, al final se advierten secuelas a corto plazo dispuestas a estancarse de lleno en la mediocridad si tenemos en cuenta que las continuaciones originales ya se sitúan muy por debajo de los logros de la cinta de 1976.